La sangre de tus enemigos finalmente será derramada.
Mientras tú miras fijamente los misterios que te rodean.
Ver a tu rival, derribado por tus propias acciones, se vuele satisfactorio.
Tan satisfactorio que se vuelve enfermizo, hasta tal punto que no puedes detenerte hasta verlos a todos a tus pies, o incluso muertos.
Lastimar y buscar esos oscuros sentimientos en las demás personas , Se vuelve cada vez más rutinario, tal como una investigación, Solo te enfocas en mirar fijo a esa persona, y revolver bien adentro, saber que es lo que más le duele, para que en el momento que te defraude, O solo en el momento que decidas, Atacar sin pensar, sabiendo que le va a doler hasta el punto de odiarte.
Pero inconscientemente, al mismo tiempo, Rebajas aún más a tu único enemigo, Aquel que se derrota solo de una forma.
El enemigo natural de cualquiera, que de a poco se nos vuelve en contra, tan cruelmente, haciéndonos sentir menos, Nos hace sentir que todo lo que hacemos está mal. Ese enemigo tan poderoso que se mete en nuestros pensamientos y nos hace dudar. Nos hace dudar acerca de lo que somos, de lo que hacemos, nos hace dudar acerca de nosotros. Pero más allá de que este enemigo nos haga enfermar, es el enemigo más cercano, aquel que ni nos imaginamos.
Nosotros mismos somos nuestro Peor oponente, Pero tardamos en darnos cuenta que vivimos cometiendo un error. Todos los días al abrir los ojos, comenzamos una nueva lucha contra nosotros mismos, aunque no nos demos cuenta. Lamentablemente ese enemigo solo se derrota quitándonos la vida.
LA DECISIÓN MAS ESTÚPIDA TOMADA POR LA HUMANIDAD.
Debemos luchar todos los días contra nosotros mismos, buscar una salida, Y obviamente,
Estar de pié, mirando a nuestros enemigos revolcándose por nosotros.